2 Investiga sobre la consideración. Este procedimiento es similar a la salabración, en la que se lija la piel después de rociarla con una solución anestésica. Te suministran anestesia local y con una herramienta de lijado te desprenden las capas superiores de la piel. Por lo general hay sangrado, y el proceso puede ser tan doloroso como cualquier otro.
3 Habla con tu doctor sobre la cirugía. Si tu tatuaje es lo suficientemente pequeño, es posible que puedas eliminarlo por completo (junto con una parte de tu piel). Un doctor tomará un escalpelo y eliminará el tatuaje. Luego, apretará los bordes de la piel, formando así una cicatriz pequeña.
4 Ten en cuenta que la criocirugía y los exfoliantes químicos también son opciones. En la criocirugía, literalmente se congela y se quema el tatuaje con nitrógeno líquido. Los exfoliantes químicos son similares, ya que se aplican en la piel haciendo que se ampolle, para luego desprenderse. Ninguna de estas opciones suena muy agradable, pero son alternativas disponibles.
5 Haz tu investigación. La efectividad de cualquier método depende de las habilidades del profesional, tu color y tipo de piel, tu tatuaje, y el tatuador. Antes de someterte a cualquier procedimiento, es importante que apliques el sentido común y la inteligencia.
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